Tras el accidente que Luis Miguel Rodríguez protagonizó el pasado domingo cuando regresaba a Tucumán desde Santiago del Estero (volcó en la ruta cuando conducía su camioneta), se evaluó el estado de salud y se decidió programar una cirugía maxilofacial. La intervención en el sanatorio 9 de Julio duró un poco más de cuatro horas debido al trabajo minucioso que requirió la condición de deportista del “Pulguita”. Estuvo a cargo del cirujano principal Manuel Usandivaras y de los doctores Juan Pablo Marín (cirujano maxilofacial y odontólogo) y Agustín Martínez Font (otorrinolaringólogo). ¿El resultado? El ídolo de Atlético permanece estable y lúcido, con monitoreo permanente, según informó el parte médico. Usandivaras se encargó de dar más precisiones. “Salió todo bien, no hay por qué preocuparse. De todos modos, vamos a esperar para ver cómo evoluciona”, indicó.
Según los médicos, la vuelta del “Pulga” Rodríguez no corre riesgoSi bien la entrada de “Pulguita” Rodríguez al quirófano estaba programada para las 11, recién a las 16.30 se dieron a conocer las primeras novedades. Los familiares que llegaban al sanatorio preguntaban ansiosos por la situación, hasta que en horas de la tarde apareció Walter, el mayor de los hermanos. Se dirigió a la entrada de calle San Juan, reunió a todos en una ronda y les dio la noticia más esperada: la cirugía había salido a la perfección. Abrazos, sonrisas y hasta chistes fue el panorama, luego de que Walter Rodríguez informara a tíos, hermanos, primos y sobrinos el estado de “Pulguita”. En ese instante, la que se encargó de celebrar con mayor euforia y de mostrarse aliviada fue Beatriz Ardiles, la mamá del jugador. Atrás quedó la angustia porque la espera se había extendido tanto, reemplazada por la tranquilidad de que su hijo ya estaba fuera de peligro.
También dijeron presente el intendente de Simoca Marcelo Herrera y el director del hospital Padilla Jorge Valdecantos, quien aprovechó que pasaba por el sanatorio para averiguar el resultado de la operación y también dar algo de paz. “Lo más grave ya se solucionó, está fuera de peligro”, subrayó Valdecantos.
Quien no se despegó ni un instante de la habitación 464 fue la esposa de Rodríguez, Paola Velárdez. Ella recibió en distintos momentos de la tarde a Beatriz y Sergio Rodríguez, uno de los hermanos más chicos.
Las próximas 48 horas serán cruciales para definir cuándo le darán el alta al “Pulguita”. Lo concreto es que la operación salió a la perfección, la familia está feliz y el mundo del fútbol respira.